Lo relativo de la esencia

Basta de historias dijo el libro, dejemos clara una cosa. Yo soy materia, hecho de celulosa y cartón, antes fui árbol. Contengo relatos, hazañas, conocimientos, doctrinas y versos. Todo ello es falso, también tengo voz. Contengo una historia que no está escrita, con su inicio, su nudo y un desenlace que aún está por llegar. Tengo un propósito impuesto por otros que me esclaviza y por ello ansias de libertad. Libertad para comunicar lo que yo quiera, no las historias de otros, ansío comunicar mi propia historia, la que me condujo a ser libro. Es más, ¡No soy libro! Ese concepto también es impuesto y no lo deseo para mí. A partir de ahora seré combustible. Quisiera formar parte del fuego, o volver a ser árbol o quizá dejarme enterrar y convertirme en carbón. Quisiera estar en blanco y comunicar solo lo que pueda imaginar el lector.